La competitividad es un tema de agenda cada vez más sensible en la agenda económica global y nacional.

Basta recordar que hace apenas dos semanas, éste fue uno de los temas abordados en la CADE 2018, donde además una propuesta de agenda de competitividad desde el sector privado se sumó a la agenda en desarrollo desde el gobierno del Presidente Vizcarra.

En ese marco, vale la pena revisar la mayor importancia que el Índice de Competitividad Global (IGC) otorga a la adopción TIC como facilitador de la competitividad de los países, no sólo por el resultado poco alentador de Perú en dicha materia, sino porque el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) se encuentra al frente de un proceso de reordenamiento del espectro radioeléctrico (banda 2.5 GHz), recurso fundamental para contar con la conectividad digital que impulse tal adopción de servicios TIC en el país.

Adopción de servicios TIC y competitividad

El Índice Global de Competitividad (IGC) es calculado desde hace varias décadas por el WEF (espacio de encuentro empresarial de alcance global), para medir la productividad de los factores de producción de los países como principal fuente de prosperidad para sus ciudadanos.

Si bien a lo largo de los años el IGC ha sufrido ligeras modificaciones, en el año 2018 el WEF introdujo cambios sustanciales en su estructura de sub-índices e indicadores, debido a que “con la 4° Revolución Industrial, el mundo ha entrado en una nueva fase”, motivo por el cual su nombre cambia ahora a IGC 4.0.

Como parte de estos cambios, la adopción de servicios TIC se suma a los “clásicos” factores de institucionalidad, infraestructura y macroeconomía, como facilitadores de la competitividad de los países.

Más aún, según el WEF la adopción de servicios TIC conforma, junto con la calidad de educación, la intensidad competitiva en los mercados y el acceso fluido a fuentes de financiamiento, el conjunto de pilares que determinan la capacidad de innovación en el país.

Por esta razón es preocupante que la adopción de servicios TIC sea el subíndice de menor puntaje en Perú (44 puntos respecto al promedio país de 62 puntos), con lo cual nos ubicamos además como el 8° país con menor adopción TIC en Sudamérica, sólo por encima de Venezuela (43 puntos) y Paraguay (42 puntos).

 

 

El IGC 4.0 2018 mide la adopción de servicios TIC a través de la penetración de suscriptores y usuarios de internet, que se sostienen en el despliegue competitivo de infraestructura móvil o fija, sobre espectro radioeléctrico, fibra óptica u otros medios de transmisión.

La gestión del espectro radioeléctrico por parte del Estado (MTC) adquiere entonces un nivel de importancia inédito, no sólo de cara a los actuales servicios 4G (para los cuales será utilizada la banda 2.5 GHz en actual proceso de reordenamiento) sino a los futuros servicios 5G (que serían inicialmente desplegadas sobre las bandas de 700 MHz, 3.5 GHz y 26 GHz).

Reordenamiento de banda 2.5 GHz: consideraciones generales

Por esta razón, a la luz de los avances en mercados globales y la situación actual del mercado en Perú, sugerimos las siguientes consideraciones generales en la gestión del espectro radioeléctrico.

Usuario-céntrico

Según el Virtual Networking Index 2018 de Cisco, el tráfico de internet móvil que los usuarios móviles cursaremos en el mundo crecerá a un ritmo anual de casi 50% en el período 2017-2022. Debido a que partimos de un nivel de consumo per cápita bajo, la tasa de crecimiento en Perú podría perfectamente ser aún mayor.

En el caso de la banda 2.5 GHz, esto impone un sentido de urgencia para concluir con su reordenamiento, mientras que de cara a los futuros servicios 5G esto implica la necesidad de una mayor agilidad en la respuesta del MTC para la disponibilidad futura de nuevas bandas de espectro radioeléctrico (gestión proactiva en sustitución de una gestión históricamente reactiva).

Pro-competencia

Según cifras de OSIPTEL, en lo que va del siglo la participación de mercado de los dos operadores móviles más grandes en Perú se ha reducido de un techo histórico de 96% (2005) a un piso histórico de 70% (2017), como consecuencia de lo cual la oferta de servicios para los usuarios ha alcanzado una relación precio-calidad sin precedentes.

Para sostener un sano ambiente competitivo, el reordenamiento de la banda 2.5 GHz exige un especial celo en el cumplimiento de plazos de adecuación de redes, migración de clientes e inicio de operaciones, mientras que de cara a futuros servicios 5G esto obliga a profundizar los esquemas de compartición de espectro radioeléctrico, redes e infraestructura entre los operadores existentes (tal como ha sido recientemente propuesto por OSIPTEL).

Globalización

Aunque nos queda a todos un vago recuerdo sobre la otrora competencia entre las tecnologías CDMA y GSM, el mayor despliegue de servicios 4G y 5G es viable sólo mediante la estandarización de tecnologías que les permita alcanzar economías de escala suficientes a escala global.

Esto explica que en el caso de la banda 2.5 GHz (190 MHz) el MTC haya optado por aplicar la recomendación 1 de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (6 bloques de 20 MHz y 2 bloques de 30 MHz), mientras que a efectos de los futuros servicios 5G la autoridad deberá participar activamente en los espacios de discusión internacionales que vayan a definir dichos estándares técnicos o diversos lineamientos generales de política, tales como los criterios para la fijación o no de topes de espectro radioeléctrico.

Localización

Si bien la gestión de espectro radioeléctrico tiende hacia la fijación de estándares tecnológicos globales, la forma precisa de la atribución responde a factores geográficos, demográficos o económicos correspondientes a la realidad de cada país.

La particular heterogeneidad de Perú en estos aspectos (respecto a muchos países en regiones globales e incluso respecto a la mayoría de países en Sudamérica) crea el espacio de reflexión para considerar una asignación segmentada por regiones en el país, o incluso separada entre localidades urbanas y rurales.

Valorización

La recaudación de un cobro a los operadores por su usufructo en el momento inicial o en forma periódica (canon) debe crear los incentivos suficientes para que los operadores móviles usen el espectro radioeléctrico en forma eficiente, y por tanto aligerar el costo regulatorio para ambas partes (autoridad y operadores) asociado a su supervisión.

En el caso de la banda 2.5 GHz, este aspecto será sensible entre los operadores que a la fecha cuentan con bloques en dicha banda y aquellos que no, mientras que para los futuros servicios 5G el MTC deberá tomar en cuenta que los volúmenes de inversión exigidos serán sustancialmente mayores a los actuales (y por tanto desvirtuar la tentación de un afán recaudatorio inmediato).

Coordinación

Mientras que hace 20 o 30 años la telefonía móvil era el único servicio público facilitado por el uso del espectro radioeléctrico, la masificación del internet móvil alcanza el mayor bienestar para los usuarios cuando actúa en forma integrada con otros componentes del ecosistema digital.

Por tanto, hará bien el MTC en introducir la gestión del espectro radioeléctrico en el flamante Comité de Alto Nivel Por Un Perú Digital (Comité Perú Digital), donde interactuará con otros cuatro ministerios (PCM, MEF, PRODUCE y MINEDU), además de la Secretaría de Gobierno Digital y un representante del Despacho Presidencial, de quienes podrá recoger las necesidades servicios vinculados al gobierno o economía digital, como insumo para enriquecer la estimación de la evolución demanda de conectividad digital.

Este nivel de coordinación se sumará la imprescindible estrecha relación con OSIPTEL (a cargo de la regulación de las políticas de espectro radioeléctrico trazadas por el MTC) y con gobiernos locales, cuyos vecinos registrarán un crecimiento exponencial en su consumo de internet móvil que deberá venir acompañado de una expansión igualmente vertiginosa en infraestructura de antenas.

El día después de mañana (espectro 5G)

 Si nos guiamos por la experiencia durante el siglo con el surgimiento de los servicios 3G y 4G, podemos prever que el internet de las cosas (IoT) motivará una explosión en el tráfico asociado a servicios 5G en Perú durante la primera mitad de la próxima década (antes del año 2025).

Para estar a la altura de esta evolución disruptiva, el Estado Peruano debe contemplar un cambio importante en la gestión del espectro radioeléctrico, en dos aspectos: institucionalidad y normativa.

En institucionalidad, la necesidad de contar con un equipo de trabajo dedicado plenamente a “respirar” espectro radioeléctrico no permite –en la realidad del gobierno actual- pensar en un caso similar a la Agencia Nacional del Espectro (Colombia), innovadora institución creada desde cero para la gestión del espectro, ni tampoco en inflar innecesariamente la plantilla del MTC, pero sí por lo menos en un reacomodo formal de una porción de los mejores cuadros en su actual equipo de profesionales.

Una propuesta de Viceministerio tic o una evolución a un ministerio tic podrá ser considerada por un siguiente gobierno, que complemente la gestión de la conectividad digital con un énfasis en aspectos tales como una severa reducción de la brecha de alfabetización digital en el país.

En normativa, Perú tiene el dudoso honor de contar con la ley de telecomunicaciones y el plan nacional digital más antiguo de Sudamérica (1993 y 2011, respectivamente).

Si bien una ley o un plan no crean una realidad por arte de magia, su existencia permite enfocar los recursos públicos y privados del país en forma consensuada eficiente, en especial si vienen acompañados de objetivos y metas consistentes y auditables (algo que no ocurre con el Plan Nacional de Banda Ancha o la Agenda Digital 2.0, ambos del año 2011).

La actualización de la Agenda Digital debiera ser entonces impulsada desde el Comité Perú Digital, mientras que una nueva ley de telecomunicaciones puede ser promovida a partir de los términos contemplados actualmente desde la Comisión de Transportes y Comunicaciones del Congreso, o incluso en forma más ambiciosa con un enfoque que integre a todos los componentes del ecosistema digital en la forma de una ley TIC.

En suma, hace bien entonces el MTC en tomar cartas en ponerse al día en la gestión de la banda 2.5 GHz (tarea hace rato pendiente); lo hará mejor si se asegura que sus decisiones tienen una visión de un futuro 4.0 que apenas empieza en el país.