Las FinTech interactúan con sus clientes mediante dispositivos móviles conectados a Internet, lo cual supone mayor cercanía: para el año 2017, dos tercios de los adultos no bancarizados en el mundo poseen una línea móvil.

Los servicios FinTech ofrecen entonces los mismos beneficios que la banca tradicional, con el beneficio adicional de inclusión financiera porque reduce distancias, facilita transacciones más seguras y por tanto posibilita un mayor nivel de ahorro y acceso al crédito.

Profundicemos en el análisis de la seguridad para entender cómo las FinTech agregan valor en este campo.

Oportunidades

Desde un punto de vista de seguridad, los servicios FinTech eliminan la necesidad de llevar efectivo y reducen la distancia de traslado físico para realizar transacciones.

En México, por ejemplo, entre la población que recibe transferencias condicionadas, la sola adición de una tarjeta de débito a la cuenta de recepción de la trasferencia reduce la distancia media recorrida para acceder al dinero de 4.8 km a 1.3 km, y el número de beneficiarios que debía dejar sus labores usuales y trasladarse para retirar el dinero se redujo de 84% a 25%.

Una investigación similar en África revela que las redes móviles son usadas como un medio seguro de reserva de dinero, aun cuando el modelo comercial del servicio consiste en una alta comisión por retiro de fondos y una tasa de interés nula. La red móvil es usada como medio de transporte de dinero para evitar los altos niveles de crimen, y los usuarios están dispuestos a pagar hasta 1% del valor transado adicional por cada kilómetro extra de traslado.

Además, la inclusión financiera es un complemento esencial de la lucha contra el lavado de activos y el terrorismo, pues aporta seguridad, integridad y solidez al sistema financiero.

Riesgos

Tendencias recientes en regulación financiera crean incentivos para que los bancos reduzcan algunas actividades, tales como remesas mediante bancos corresponsales, lo cual podría crear oportunidades para las Fintech. Sin embargo, si consideramos que muchos servicios FinTech aún no son regulados, ¿cómo podemos asegurar la formalización de transacciones como éstas?

De otro lado, el uso más extendido de las tecnologías digitales se asocia con recurrentes ciberataques a diversas escalas que suponen amenazas a la privacidad, seguridad e integridad.

Basta recordar lo ocurrido con los bancos peruanos el 17 de agosto del año pasado ante un ataque a escala mundial. ¿Estarán las FinTech tan preparadas para esto como los bancos?

Equilibrio

Aún son muchas las personas que arriesgan la vida por evitar la lentitud y el costo bancario, en tanto realizan actividades de subsistencia e independientes para los cuales la formalidad es casi un bien superior.

La nueva inclusión financiera con las FinTech es una oportunidad para incluir en la seguridad de la formalidad a todas estas personas. Queda por delante para las FinTech y sus stakeholders formalizar los canales de servicio y asegurar el equilibrio entre la eficiencia operativa y el blindaje contra la ciberdelincuencia.