“Lo único que le importa a mi hijo de mi trabajo actual es que pronto verá partidos de fútbol en una forma muy diferente”. De esta forma tomó Michael O’Reilly, Comisionado de la FCC (EE.UU.), el caso de la realidad virtual para ilustrar el pronto impacto de los servicios 5G en nuestras vidas, durante su presentación en el Foro de Analistas 5G 2019 de la semana pasada en Dallas (EE.UU.), organizado por 5G Américas.

Si bien a la fecha la industria ha definido algunos casos de uso (“todo lo que conocemos actualmente se convertirá pronto en un dispositivo”, según Ericsson), los participantes en el foro coincidieron en que el mercado 5G se caracterizará por una innovación permanente (nunca antes vista) en las tecnologías y en los modelos de negocio.

Para América Latina, esta idea lleva a la inminente necesidad de contar con un volumen de nuevo espectro radioeléctrico también sin precedentes, para no retrasar su evolución 5G respecto a otras regiones globales.

Servicios 5G

Existen 3 casos de uso hasta ahora previstos para los servicios 5G: eMBB, mMTC y URLLC. 

eMBB (banda ancha móvil mejorada) eleva sustancialmente la capacidad de transmisión de datos y permite por tanto la aplicación de realidad aumentada o realidad virtual a servicios tan disímiles como entretenimiento (Pokemon Go), educación (aprendizaje vivencial) o industria (monitoreo de minas subterráneas).

mMTC (comunicaciones masivas entre máquinas) permite la conexión simultánea de muchos dispositivos, lo cual facilita la aplicación de soluciones de Internet de las Cosas (IoT) en servicios de alumbrado público, semaforización o estacionamiento público para ciudades inteligentes.

URLLC (comunicaciones de baja latencia ultra confiable) ofrece condiciones de extrema confiabilidad, para servicios de alto impacto en la vida humana como automóviles autónomos o intervenciones quirúrgicas remotas.

Estos casos de uso son apenas ejemplos sobre la forma en que los servicios 5G transformarán la vida de las personas, empresas y gobierno en forma cada vez más acelerada, tal como lo refleja el crecimiento previsto de 34 a 77 redes 5G en el mundo durante este año (TeleGeography) o de 156 a 1 300 millones de conexiones 5G entre los años 2021 y 2023 (Ovum).

La magnitud de inversiones que esto representa se traducirá en que para los operadores móviles “la demanda de servicios provendrá de los clientes individuales, pero la rentabilidad de los clientes empresariales”, en opinión de un representante de Cisco.

Espectro 5G

Según Ericsson, una necesidad de espectro para servicios 5G mayor que para todas las bandas previas exige en América Latina una pronta asignación de aquellas bandas con dispositivos 5G disponibles (600 MHz, 3.5 GHz y 26-28 GHz) y de manera complementaria el desarrollo de esquemas de compartición dinámica en otras bandas usadas actualmente.

Ante ello, diversos expositores coincidieron en que dicha asignación de espectro 5G debe estar alejado de todo propósito recaudatorio, porque dificulta las inversiones exigidas a los operadores y sobre todo porque no está clara la futura distribución de los márgenes de rentabilidad en el ecosistema digital (premisa clave para su valorización).

Esto último motivó también la reflexión sobre una evolución en el concepto de competencia, que ahora no sólo corresponde a los operadores móviles sino además a los OTT, y que por tanto crea la necesidad de simplificación regulatoria que hemos abordado ampliamente en este espacio.

5G en Perú

Tal como mencionamos recientemente, lo último que los peruanos necesitamos es añadir la brecha digital a otras brechas económicas o sociales que frenan el progreso del país.

Mientras que Chile desarrolla el proyecto FON para diseminar futuras ciudades inteligentes en todo el país, en Perú la solución para la Red Dorsal y políticas explícitas para la masificación de dispositivos o la alfabetización digital tienen tanta prioridad como los avances del MTC con la banda 3.5 GHz. Menuda tarea para la Agenda Digital al Bicentenario (Comité Perú Digital) o para algún futuro ente rector digital, lo que funcione mejor (más ágil, más articulado, más humano).