El Perú tiene un nivel de calidad educativa por debajo de donde debería estar si nos guiamos por los distintos indicadores macroeconómicos del Perú. Asimismo, en el interior del país, existe una brecha educativa entre el área rural y urbana debido a la complejidad de nuestra geografía, ya que, físicamente es muy difícil llegar ahí, situación que se solucionaría fácilmente por la vía digital.

Por ello, el recurso digital representa una oportunidad inmensa para dar el gran salto que permita al Perú posicionarse como líder en educación en Sudamérica. Sobre este tema opina Carlos Huamán, CEO de DN Consultores, en una entrevista sobre “Escuelas Digitales” en el programa Mundo Positivo de Miraflores TV.

¿Dé donde nace la idea de escuelas digitales? ¿Cuál es su iniciativa?

Los servicios digitales cada vez más tienen un mayor impacto en las personas, las empresas y del gobierno. Así, todo lo digital realmente toca diferentes ámbitos de nuestra vida cotidiana.

Una de las áreas es la educación, por supuesto también abarca el ámbito de la salud, el desarrollo productivo, y otras más. Pero, finalmente la educación es uno de los primeros ámbitos con el que nos vinculamos todos, y precisamente  sucede en la escuela.

Escuelas digitales no es tema nuestro, sino que hace un mes en un evento de bastante importancia la Ministra de Educación, Flor Pablo, presentó este proyecto que apunta a dar un salto bastante grande para la mejora de la educación del país.

Como sabemos los indicadores internacionales, muestra que, en Educación, la posición del Perú es poco envidiable. Muchas veces uno escucha que los diferentes indicadores macroeconómicos del Perú han estado por encima del resto de países en Sudamérica, pero, finalmente lo que importa más a largo plazo no es el PBI sino la educación.

 

 

¿En qué estamos peor?, porque, yo veo un gran deseo de la juventud por estudiar y progresar en mayor medida que antes. ¿Cómo se conjuga esa demanda por mejorar, y nuestra situación actual?

Es buena tu apreciación. Existe un término llamado la revolución digital o la cuarta revolución industrial, el mundo hoy es distinto a como funcionaba hace 50 años, o hace 20 años, ya que, los aplicativos móviles no existían, las cuales hoy no solo sirven para entrenamiento, sino para mejorar la productividad.

La revolución digital nos exige siempre estar preparados para todo lo nuevo que va surgiendo. Por ejemplo, hace 30 años el paradigma de una escuela bien implementada, significaba tener unos buenos salones físicamente con electricidad, y entre otros; mientras que, en el mundo actual, una escuela sin internet no va a llegar muy lejos.

Entonces, estamos viviendo hoy en día la gran oportunidad para que, mediante el aprovechamiento de la revolución digital, las escuelas en el Perú den un salto en calidad.

Entonces debemos incorporar tecnología en todo el aspecto de la educación

Totalmente. En última instancia, la educación es la formación de los ciudadanos para la vida. Entonces, si la vida de hoy ha cambiado respecto hace 50 años, entones, la manera en que tú formas a los nuevos ciudadanos cambia.

Por supuesto, el centro es el estudiante, y tú aplicas en la educación una pedagogía distinta, pero, esta se potencia con el uso de las tecnologías.

En una conferencia de la Universidad del Pacífico se presentó un proyecto que brindaba ipads en zonas rurales para que las madres enseñen a sus hijos a leer y escribir, y, así, ya no tenían que desplazarse dos horas hacia sus escuelas

Esto, es clave Iván. La autopista digital llega mucho mejor que la autopista física. Es decir, hay muchas partes en el Perú donde simplemente llegar toma más horas que viajar al extranjero en avión, debido a que, nuestra geografía es compleja.

Gracias al servicio digital, una escuela ubicada en una localidad remota puede tener un estándar de calidad perfectamente comparable con un colegio en Lima sea privado o público.

Ahora, ¿cómo enseñas a las personas a qué usan esta tecnología en lugares remotos?

El tema digital no es un compartimiento estándar como una isla que funciono por sí sola.

Cuando usas el móvil, estás utilizando tres servicios simultáneamente. El primero es el servicio de conectividad; el segundo es el dispositivo que es distinto que la conectividad; y lo tercero es el contenido o aplicación como, por ejemplo, Facebook.

Pero, se añade un cuarto que se vincula con la alfabetización digital, ya que, estos tres de nada sirve si la persona no está suficientemente empoderada o preparada para aprovecharla. Entones, son esos cuatros elementos que coexisten para que el servicio digital tenga un alto impacto.

Los teléfonos celulares han invadido nuestra comunidad, entonces, se debe lograr que el contenido educativo llegue a través de ellos, ya que, es más práctico. De este modo, no se le debe quitar el teléfono al niño cuando este lo necesite para su desarrollo, sino se le debe enseñar a usarlo mejor para sus actividades productivas.

Exactamente, y en ese sentido, vale la pena definir que no es una escuela digital. No es digital convertir en PDF lo que antes tenías en impreso, eso es simplemente ponerlo en formato electrónico.

He ahí donde las soluciones digitales no vale la pena importarlas, es decir, lo que funciona en Noruega traerlo a Perú. Sino que distingamos donde está la riqueza del Perú, y todos los peruanos sabemos que es la diversidad cultural.

Si nuestra riqueza es la diversidad cultural, hay que reconocer que un niño ubicado en la costa norte, y otro que está en la sierra sur, pese a estar en el mismo país, me preguntó ¿cuánto se conocen el uno al otro? ¿cuánto sabe el niño de Juliaca en Puno del niño que está en Ferreñafe en Lambayaque?. Entonces, ponerlos en interacción con el recurso digital es algo que hoy se puede lograr, y que hace 10 años no era posible.

 

 

Las escuelas digitales, ¿son una iniciativa del gobierno? ¿Y en qué consiste?, porque, luego veo iniciativas que no llevan a ningún lado.

Sí, es una iniciativa de gobierno del Ministerio de Educación (MINEDU). De hecho, lo planteas muy bien, y siendo concretos al gobierno actual le quedan 2 años. Las escuelas digitales son una buena idea, pero si no la conviertes en realidad, sino lo operativizas se va a quedar a medio camino como un buen deseo.

Entonces, ¿hay manera que se logre este proyecto en dos años?, sí. ¿Cómo?, todo empieza por la conectividad, sin internet no hay nada. Y en ese sentido, según las estadísticas del MINEDU, en el Perú hay cincuenta mil colegios de las cuales solamente diez mil tienen conectividad a internet.

Yo creo que para la revolución digital vamos a necesitar algo más, porque no hace falta que solamente haya conectividad, sino que exista vocación, por ejemplo, una transformación cultural de los profesores. Y, ¿hay presupuesto para todo esto?

Los profesores son una pieza fundamental, ya que, son unos guías que facilitan el aprendizaje de los estudiantes. Entonces, en ese proceso sí implica una transformación cultural del docente para adecuarse a esta nueva realidad.

Ello requiere una inversión cuyos frutos se dan a largo plazo, entonces, no debería quedar en un gobierno, sino debería ser un acuerdo nacional con continuidad.

Y en el propio estudiante, parte de esta revolución digital consiste en el uso de plataformas para aprendizaje individual que refuerzan el conocimiento.

Sobre el financiamiento, sí hay, pero ante de ello es importante que exista la decisión política. Y no solamente del partido que esté en el gobierno, sino como decíamos, un acuerdo nacional.

Es interesante, porque los jóvenes están deseosos de educarse y aprender, porque ven en ello una forma progresar y crecer. Entonces, aquí en el Perú se ve una vocación de estudio.

Hace un momento mencionábamos el concepto de la revolución digital, vamos a dar un viaje en el tiempo hace unos 80 años. ¿Cómo funciona la economía?, la economía funcionaba a través de fábricas industriales donde era más importante la máquina, y las personas eran mano de obra.

Ahora, lo importante ya no es la máquina, sino ahora la fuente de la riqueza está en la persona. Por eso el progreso ya no depende de que tan bien uses la máquina, sino de cómo la persona va creciendo.